martes, 24 de abril de 2012

Bertold Brecht: Cinco dificultades para escribir la verdad II



                                                                          
“La verdad puede decirse y callarse de muchas maneras.
Nosotros derivamos nuestra estética y nuestra moral de
las necesidades de nuestra lucha.” Bertolt Brecht
(1938)


2. La Perspicacia de reconocer la verdad

Puesto que es difícil escribir la verdad, porque se ve reprimida por doquier, les parece a la mayoría que escribir o no la verdad es cosa de convicciones. Creen que para ello sólo hace falta valor. Olvidan la segunda dificultad, el descubrimiento de la verdad. Ni hablar de que es fácil encontrar la verdad. Para empezar, ya no resulta fácil averiguar qué verdad vale la pena decir. Hoy, por ejemplo, ante los ojos de todo el mundo, los grandes estados civilizados se precipitan uno tras otro en la mayor de las barbaries. Además, cualquiera sabe que la  guerra civil, realizada con los más atroces medios, cada día puede convertirse en una guerra exterior que tal vez deje a nuestro continente convertido en un montón de escombros. Esto, indudablemente, es una verdad, pero hay otras, desde luego. Así, por ejemplo, también es verdad que las sillas tienen asientos y que la lluvia cae de arriba abajo.




Muchos escritores escriben verdades de este género. Se parecen a los pintores que cubren de naturalezas
muertas las paredes de barcos zozobrantes. No existe para ellos nuestra primera dificultad, y no tienen, no obstante, ningún remordimiento. Impertérritos ante los poderosos, pero sin turbarse tampoco por los gritos de los oprimidos, van pintando sus cuadros.

 Lo absurdo de su manera de obrar engendra en ellos mismos un «profundo» pesimismo que venden a buen precio y que, a decir verdad, a la vista de tales maestros y de tales ventas, sería más justificado en otros. Con todo, no resulta fácil tampoco darse cuenta de que sus verdades son del mismo género que las de las sillas y la lluvia, por lo general suenan de modo muy distinto, como si fueran verdades acerca de cosas importantes. Porque la creación artística consiste precisamente en atribuir importancia a una cosa.

Sólo fijándose bien llega uno a distinguir que solamente dicen: «Una silla es una silla» y «No hay nada que hacer contra el hecho de que la lluvia caiga hacia abajo». Esta gente no encuentra la verdad que vale la pena escribir. Otros, por su parte, se ocupan realmente en las tareas más urgentes, no temen a los potentados ni a la pobreza, y no obstante no pueden encontrar la verdad. Carecen de conocimientos. Están llenos de viejas
supersticiones, de prejuicios ilustres y bellamente formulados en la antigüedad. El mundo es demasiado complicado para ellos, desconocen los hechos y no  perciben las causas. Aparte de los propios sentimientos, hacen falta conocimientos que se adquieren y métodos que se aprenden. A todos los escritores de este tiempo de confusión y grandes cambios les es preciso conocer la dialéctica materialista, la economía y la historia. Este conocimiento puede obtenerse en los libros y a través de una iniciación práctica, cuando existe la aplicación necesaria. Se pueden descubrir muchas verdades de la manera más simple, partes de verdad o estados de cosas que conducen al encuentro de la verdad. Cuando uno quiere buscar, le irá bien un método, pero también puede encontrar sin método, incluso sin buscar. Pero de una manera tan casual difícilmente se consigue una exposición de la verdad que baste por sí sola a enseñar a los hombres cómo deben actuar. La gente que sólo toma nota de pequeños hechos, no está en condiciones de hacer manejables las cosas de este mundo. Y sin embargo la verdad tiene este único objetivo, no otro. Esta gente no es capaz de cumplir con la exigencia de escribir la verdad.

Cuando alguien está dispuesto a escribir la verdad y en condiciones de reconocerla, le quedan aún tres dificultades....

miércoles, 18 de abril de 2012

"On Air" con TRAS BASTIDORES nuestro programa en Radio RSK



El pasado mes de marzo, comenzamos a transmitir desde una pequeña radio de Nou Barris, nuestro programa "Tras Bastidores". Un aventura que recorremos con mucha emoción y tratando de llevar a nuestros oyentes un programa fresco, espontáneo y divertido. 

¿Que de qué hablamos? , de muchas cosas, pero sobre todo de teatro. Cada día de transmisión recorremos una hora de programa entre diferentes secciones:



Efemérides del mes: fechas de acontecimientos que a nosotros nos parecen interesantes o al menos curiosos. Voces protagonistas: invitados semanales que comparten con nosotros sus vivencias o su trabajo. Maestros del drama: biografías de actores, directores, dramaturgos y personalidades del cine, el teatro, la música.  Días de radio: lecturas dramatizadas de textos y obras de dramaturgos clásicos o contemporáneos.  Movie track: una canción famosa del mundo del cine. Teatro al día: información de la cartelera teatral. 


Además de muy buena música, humor y ganas pasar un buen rato llevando nuestra pasión por el teatro y el arte a este medio, que  algunos no conocíamos desde dentro, y que ha sido un hermoso y  placentero descubrimiento.

Tras Bastidores, se transmite todos los sábados de 4:30 a 5:30,  a través de Radio RSK  que transmite desde y para Nou Barris por el dial 107. 1 FM,  pero también puedes escucharnos en la web de la radio.

Estamos felices de poder llevar a cabo este proyecto, lo hacemos con honestidad y alegría. Agradecemos a  RADIO RSK y a su representante oficial el "Pitu" por dejarnos soñar un poquito más .... y hacerlo realidad.


BERTOLD BRECHT: Cinco dificultades para escribir la verdad - I



"Quien quiere combatir la mentira y la ignorancia y escribir la verdad, tiene que vencer por lo menos cinco dificultades. Deberá tener el valor de escribir la verdad, aun cuando sea reprimida por doquier; la perspicacia de reconocerla, aun cuando sea solapada por doquier; el arte de hacerla manejable como un arma; criterio para escoger a aquellos en cuyas manos se haga eficaz; astucia para propagarla entre éstos.Estas dificultades son grandes para aquellos que escriben bajo la férula del fascismo, pero existen también para aquellos que fueron expulsados o han huido, e incluso para aquellos que escribe en los países de la libertad burguesa"

1. EL VALOR DE ESCRIBIR LA VERDAD

Parece cosa sobreentendida que el escritor debe escribir la verdad, en el sentido de que no puede reprimirla o callarla y de que no puede escribir nada falso. No debe doblegarse a los poderosos, no debe engañar a los débiles. Naturalmente que resulta muy arduo no doblegarse a los poderosos, y en cambio es muy provechoso engañar a los débiles.

 Desagradar a las clases acomodadas significa renunciar a la posesión de bienes. Renunciar a la paga por el trabajo efectuado significa, en ocasiones, renunciar al trabajo, y rehusar la honra entre los poderosos significa a menudo rehusar toda honra. Para esto hace falta valor. Las épocas de represión más extremada son generalmente épocas en que se habla de cosas grandes y sublimes.

 Hace falta valor, en estas épocas, para hablar de cosas tan vulgares y pequeñas como la comida y la vivienda de los obreros, en medio de un gran vocerío que proclama que lo principal es el espíritu de sacrificio. Cuando se colma a los campesinos de homenajes, tener valor es hablar de máquinas y forrajes a bajo precio que facilitaría su tan venerado trabajo. Cuando por todas las emisoras de radio se proclama a gritos que es mejor el hombre sin erudición y cultura que el sabio, entonces tener valor significa preguntar: ¿para quién es mejor? Cuando se habla de razas perfectas e imperfectas, tener valor es preguntar si el hambre, la ignorancia y la guerra no engendran deformaciones graves. Así mismo se precisa valor para decir la verdad sobre sí mismos, los vencidos. Muchos de los que son perseguidos pierden la capacidad de reconocer sus errores. La persecución les parece la mayor injusticia. Los perseguidores son, puesto que persiguen, los malos; ellos, los perseguidos, son perseguidos a causa de su bondad. Pero esta bondad ha sido golpeada, vencida y prohibida, y era por eso una bondad débil; una bondad mala, inconsistente e insegura: porque es inadmisible atribuir la debilidad a la bondad como a la lluvia su humedad. Para decir que los buenos no fueron vencidos porque eran buenos, sino porque eran débiles, hace falta valor. 

Naturalmente, hay que escribir la verdad combatiendo la falsedad, y no puede ser una cosa genérica, abstracta y ambigua. De esta especie abstracta, genérica y ambigua es precisamente la falsedad. Cuando se dice de alguien que ha escrito la verdad, por de pronto es que algunos o muchos o uno solo han dicho algo distinto, una mentira o algo genérico, pero él ha dicho la verdad, algo práctico, positivo, innegable, ha puesto el dedo en la llaga.

Menos valor se precisa para quejarse en términos generales de la ruindad del mundo y el triunfo de la barbarie y amenazar con el triunfo del espíritu, en una parte del mundo donde esto todavía está permitido. Entonces muchos actúan como si se les apuntara con cañones, cuando en realidad sólo se ha dirigido hacia ellos unos anteojos de teatro. Proclaman a gritos sus pretensiones de orden general en medio de un mundo de amigos insignificantes. 

Piden una justicia universal por la cual nunca han hecho nada, y libertad universal para obtener parte del botín que fue compartido con ellos largo tiempo. Tienen por único verdadero aquello que suena bien. Cuando la verdad se presenta como algo numérico, seco, real, algo cuyo hallazgo requiere esfuerzo y estudio, entonces no es una verdad para ellos, nada que les suma en el entusiasmo. Tienen únicamente el comportamiento de aquellos que dicen la verdad.

 Su miseria es que no saben la verdad.

Videos